Urge el cese a la violencia política en razón de género… y violencia en general

Urge el cese a la violencia política en razón de género… y violencia en general

Por Mar Morales

“Si tocan a una nos tocan a todas” puede ser una frase muy trillada si no se mueve a la acción.

Esto lo traigo a colación por lo ocurrido en fechas recientes con la diputada Mónica Robles, quien ha sido atacada en forma verbal y despiadada por un medio de comunicación, el Diario de Acayucan, quien no solo ha abusado de su presencia mediática para pretender arruinar su reputación, también ha demostrado una actitud misógina y machista al querer ensañarse en forma burda hacia la legisladora local, sin tener un motivo real ni mucho menos justificable.

Ante esta situación, Robles Barajas denunció el pasado 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer lo que se catalogó como violencia política en razón de género, sentando un precedente en la materia, ya que según las reformas aprobadas por  la LXV Legislatura Estatal este tipo de violencia política agrede directamente a aquellas mujeres que desempeñan un cargo público, con la intención de dañarlas en su reputación y en su desempeño político.

La diputada Robles denunció ante  el Organismo Público Local Electoral (OPLE), pero además lo hizo ante la  Fiscalía General del Estado y Fiscalía General de la República, reiterando ser víctima de violencia política en razón de género. 

Asimismo, su denuncia la llevó ante el Tribunal de Justicia por daño moral.

Las palabras dichas por Mónica Robles ante el Congreso local un día después calaron hondo.

En tribuna dijo:

“Con estas denuncias le doy voz a miles de mujeres y niñas violentadas, quedarme callada hubiese significado claudicar en la lucha por nuestros derechos”,

La respuesta de sus compañeros y compañeras en el recinto legislativo no se hizo esperar. Entre aplausos y muestras de apoyo, sin importar la bancada o el partido al que se perteneciera, se dijo claro y fuerte que no se permitiría la violencia política en razón de género y que se le daría el respaldo total para impedir que el ataque escale, con consecuencias que se puedan lamentar.

Al término de su exposición el Secretario de la Mesa Directiva, Jorge Moreno Salinas, y la Coordinadora del Grupo Legislativo PRI-PVEM, diputada Erika Ayala Ríos, tomaron la palabra para externar su solidaridad y respeto.

DENUNCIAR COMO ÚNICO CAMINO 

Violencia política contra las mujeres: (es) aquella acción, conducta u omisión, realizada de forma directa o a través de terceros que, basada en su género, cause daño o sufrimiento a una o a varias mujeres, y que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce y/o ejercicio de sus derechos políticos, según define wikipedia.

Este tipo de violencia puede ser denunciada ante la OPLE, el INE o el Tribunal Electoral cuando se trate, como en este caso, de una violencia sobre todo verbal, con carga difamatoria, que pretenda inhibir el desempeño de una mujer en la vida pública. Es decir, es una forma de infundir miedo y callar para limitar o anular su ejercicio en la vida pública. En este caso, como en los demás que manifiesten alguna agresión hacia una mujer, el único camino es la denuncia.

Lo sucedido a la legisladora no puede quedar sin sanción, sobre todo en el marco en el que ocurren tan lamentables hechos.

Recordemos el asesinato de la alcaldesa de Jamapa, la señora Florisel Ríos Delfín, ocurrido el pasado 11 de noviembre. La ex alcaldesa, pese a haber denunciado acoso y amenazas, fue secuestrada y ultimada sin recibir protección de ninguna autoridad. El terrible suceso, cuya noticia dio la vuelta al mundo, forma  parte de una terrible estadística que nos lacera como sociedad. Veracruz, nuestro estado, se sitúa en el segundo lugar a nivel nacional en feminicidios, aunque en meses anteriores, de enero a septiembre, era el puntero en todo el país.

El grito de auxilio, la exposición de su caso, la exigencia de justicia y sobre todo las denuncias interpuestas por Mónica Robles no deben pasarse por alto.

Cada una de las mujeres que aspiren a un cargo o que ya lo ocupen y que se desarrollen en la esfera pública tiene todo el derecho a ser respetada independientemente de su ideología. Ni violencia física, ni verbal ni de ningún tipo es el clamor.

Un mundo civilizado, una sociedad justa, un congreso en igualdad. No se pide nada más.

Nuestra solidaridad con la legisladora y con toda mujer que atraviese una situación similar.  Estemos atentos.

Mar Morales coordinacion@elverdaderoveracruz.com

Deja una respuesta